En el país de Yemen, Ibrahim vio con espanto cómo en las proximidades de su domicilio un libidinoso asno violaba a su animal, otro borrico; el sujeto, enloquecido por la ira, persiguió al agresor y le asestó cuantos golpes pudo.
Pero habiendo visto Muhammad a Ibrahim dejar a su burro maltrecho por los muchos palos recibidos, llamó a sus hermanos de la tribu makabis y les pidió que tomaran venganza. Y todos ellos, estuvieron bien dispuestos para el combate.
, Makabis y Beni Abbas (partidarios estos últimos del burro sodomizado) trabaron singular combate; hubo sablazos, puñaladas, disparos, patadas, puñetazos e injurias mutuas hasta que la policía yemení impuso la paz entre tanta discordia. Como resultado de la refriega unos 15 feroces mahometanos quedaron gravemente doloridos, heridos y malparados.
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