Se trata de un misterioso paquete que FedEx entregó en la casa de Jerri
Crabtree, en Carmichael, una ciudad cercana a Sacramento, California. Según el
relato de la televisora local CBS13, Crabtree encontró hace unos días un
paquete dirigido a ella y que FedEx dejó a la puerta de su casa. Traía su
nombre, dirección y teléfono celular claramente indicados, por lo que Crabtree
supuso que era para ella, aunque no imaginaba lo que contenía.
Al abrirlo se percató que la caja contenía información personal y
médica de cientos de personas de varios lugares de Estados Unidos. Datos de
tarjetas de crédito, números del Seguro Social, diagnósticos médicos y
resultados de exámenes de salud, firmas y otros datos privados, indicó la
CBS13.
Crabtree se quedó perpleja. ¿Por qué o para qué le habían enviado ese
paquete? ¿Por qué información sensible de tantas personas le había llegado y
quién lo mandó? Las preguntas brotaban sin encontrar respuesta. Ella incluso
pensó, indica la CBS, que tal paquete sería un tesoro codiciado por ladrones de
identidad.
Crabtree llamó al remitente que aparecía en la etiqueta del paquete: J.
Reckner Associates, una entidad ubicada en Pennsylvania que se dedica a
investigación de mercadotecnia. Pero el dueño de esa empresa, relata la CBS13,
dijo que su compañía no maneja esa clase de información. Aceptó que su empresa
sí le envió un paquete a Crabtree pero no con documentos sino con una caja de
cereal de muestra.
¿Así que el paquete con enorme cantidad de datos personales sensibles
debió en realidad ser una prueba de hojuelas de maíz o de avena? Algo difícil
de tragar en primera instancia. Pero la empresa indicó con vehemencia que tales
documentos no fueron enviados a Crabtree por ellos.
El problema es que Crabtree no sabía qué hacer con toda esa
información, y probablemente le habría resultado mejor recibir el cereal y
despacharlo en el desayuno. Cuando se hizo público el extraño caso, un gerente
de FedEx se presentó ante Crabtree y le explicó que todo fue una confusión,
pues un paquete dirigido a ella y otro que era propiedad de un médico de
Modesto, California, se mezclaron por error y FedEx acabó entregándole a ella
el envío equivocado.
FedEx le pidió a Crabtree que le devolviera los documentos, pero ella
sintió desconfianza y prefirió entregárselos al alguacil local. Y planea poner
una queja ante el FBI para que investigue si esto se trató de un simple error
inusual o de un posible caso de interferencia o adulteración intencional.
Lo que nunca le llegó, al parecer, fue el cereal de prueba para el
desayuno.
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